En un
microciclo característico de un equipo de elite [1 semana de entrenamiento], 120 a 150 minutos son
dedicados a ejercicios de acondicionamiento general. Esta cantidad representa
aproximadamente del 15 al 20% del tiempo total de entrenamiento. El tiempo
restante es dedicado a realizar ejercitaciones específicas del balonmano,
ejercitaciones técnicas y tácticas, partidos amistosos y repeticiones de
situaciones de juego. Entonces queda claro que para mantener y/o incrementar la
aptitud física de los jugadores, se debe realizar un planeamiento cuidadoso de
las necesidades de las ejercitaciones específicas del balonmano. A partir de
esto, es importante subrayar que el acondicionamiento físico de los jugadores
de balonmano durante la temporada depende de la capacidad del entrenador
para monitorear, elegir y variar las ejercitaciones que propone. Muchos
entrenadores cometen el error de pretender entrenar a los jugadores de balonmano
como si fueran atletas de pista o campo, o separar los aspectos del acondicionamiento
del entrenamiento global del balonmano. Asimismo,
creo que un gran entrenador de balonmano es aquel capaz de conocer y
entender la intensidad y las demandas fisiológicas de sus ejercitaciones y ser
capaz de planificar sus sesiones de entrenamiento de acuerdo con ello. Por lo
tanto, para mejorar el rendimiento, se debe mejorar la aptitud física de los
jugadores de balonmano mediante ejercitaciones y situaciones jugadas con
características fisiológicas y espacio-temporal similar (y más intenso) a las
que ocurren durante un partido real.
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